Lo más habitual cuando buscamos a un famoso o a alguien importante en Twitter, es descubrir que tiene miles, a veces cientos de miles de seguidores. Pero, ¿saben en realidad esos usuarios a quién siguen realmente?
En el caso de la mayoría de políticos, empresarios y artistas, no se trata de una cuenta personal. Es un "twitter oficial" cuya administración está al cargo de profesionales de la comunicación, que cuidan al extremo qué información se desprende en cada tweet, y cuándo se publica.
Por otra parte, existe la corriente opuesta: aquellos famosos que se empeñan en ser ellos mismos los que administren y controlen su cuenta de Twitter. Llegados a este punto, como bien dice el refrán, "hay de todo en la viña del Señor": existen aquellos que administran de forma impecable sus cuentas, y otros que no. Por desgracia, lo que más abunda y los que más llaman la atención son estos últimos. Veamos algunos ejemplos:
El deporte y los 140 caracteres.
Los deportistas han abordado twitter como el entretenimiento de moda y resulta de lo más habitual ver como usan su cuenta de twitter para dar noticias, saludar a amigos o colgar fotos para sus fans. Craso error, los incidentes están siendo cada vez más habituales y el deporte norteamericano ya ha tomado cartas en el asunto en la NBA y la NFL.
En España no existe regulación ni parece que vaya a implantarse, a pesar de que los jugadores de fútbol se toman Twitter como si de un juego de niños se tratase.
Así que, de momento, tendremos para rato de Mocs, Mocs de los jugadores del Barça, fotos inapropiadas de vestuarios (casi en paños menores), errores de ortografía garrafales, piques entre jugadores y un largo etc.
Pero no solo los deportistas tienen desencuentros con esta red. También periodistas serios como Santiago Segurola se ven forzados a abandonarla ante la avalancha de críticas de los hinchas más radicales. El propio Segurola llegó a afirmar hace poco que Twitter era "un bar de borrachos". Una respuesta lamentable, nada acorde con su estilo.
A veces es mejor estar callado.
El fenómeno troll está muy extendido, y sus víctimas preferidas son aquellos famosos que no tienen especial cuidado con lo que publican. Todos recordamos el célebre episodio del #Turismo Bisbal, que provocó que el cantante abandonase la red. Otra de las víctimas favoritas de los usuarios es Alejandro Sanz, que ya contabiliza unas cuantas meteduras de pata dignas de mención.
Pero estos casos no sólo se dan en España, también en los Estados Unidos existen casos sonados como el incidente con el vídeo de Arnold Schwarzenegger.
En resumen, twitter es una herramienta extremadamente útil, pero muy dañina cuando se utiliza inadecuadamente. A la vista de la situación actual, ¿no sería mucho más sencillo dejar en manos de un profesional o un equipo competente, la administración de nuestras redes sociales?. Todos estos errores generan rechazo por parte del público hacia los personajes que los cometen. .
De hecho, en mi opinión, la propia imagen personal pasa a ser una marca que hay que defender y cuidar, y más aún si uno es una celebridad. El ejemplo de los famosos debería servir también para todos los usuarios de la red. Está bien divertirse usando twitter, pero debe hacerse con responsabilidad para que nuestra imagen no se vea perjudicada.
Autor: Pablo Vilar Pequeño